¿Por qué la venganza es dulce?


Probablemente todos en alguna ocasión hemos escuchado la frase: “la venganza es dulce”, para referirse a cierto grado de satisfacción que se experimenta cuando alguien que nos ha hecho daño recibe su merecido. Pero… ¿qué hay de cierto en esta idea? ¿La venganza realmente es satisfaciente? ¿Por qué?

Investigadores de la Universidad de Marburg en Alemania se plantearon estas mismas preguntas. Para responderlas reclutaron a un total de 83 estudiantes a las cuales se les indujo a pensar que habían sido engañadas por un colega.

Cada estudiante debía escribir un ensayo corto que posteriormente debía intercambiar con otro estudiantes para que este le hiciera las correcciones. A cada estudiante se le hizo creer que había recibido una evaluación injustamente baja y que esta incidiría en la remuneración económica que recibirían al finalizar el experimento; si bien en realidad no existía ningún estudiante que fungiese como evaluador externo.

La última vuelta de tuerca consistió en permitirle a los estudiantes participar en un sorteo de última hora que estaba previamente preparado para que el supuesto estudiante que les había brindado la evaluación baja perdiese dinero. Además, también se les brindó la oportunidad de enviarles un mensaje de texto. ¿Qué sucedió?

Curiosamente, cuando la pareja perdía dinero “al azar”, los estudiantes reportaron sentirse satisfechos. No obstante, si la pareja no perdía dinero pero le enviaba un mensaje de texto reconociendo su error en la evaluación, los estudiantes también se sintieron satisfechos. ¿Quiénes no se sintieron bien? Evidentemente, aquellos cuya pareja no se disculpó ni perdió dinero.

La pérdida de dinero fue comprendida como una especie de “venganza universal” que satisfizo a los estudiantes ya que reequilibró su sentido de la justicia pero las excusas también ejercieron el mismo efecto. Así, los investigadores hipotetizan que la venganza es mucho más que la igualdad de sufrimiento, se trata de un sentido de la justicia donde se intenta que el otro comprenda que sus acciones han sido inadecuadas a través de la puesta en práctica de mecanismos de moderación que pueden ser más o menos adecuados y “justos”.

Los investigadores concluyen que la venganza es dulce y satisfactoria pero solo cuando los ofensores comprenden por qué están siendo castigados. De esta forma, quizás saboreemos la venganza porque es la confirmación de que existe una justicia que garantiza cierta paridad de oportunidades para todos. Y esta sensación nos resulta reconfortante y nos brinda seguridad.

Aún así, esto no quiere decir que la venganza sea un comportamiento positivo y totalmente perdonable porque nos hace sentir bien. En algunas situaciones es mucho más adecuado comprender las razones que motivan a las otras personas a actuar y aceptar las mismas porque a veces la venganza solo se convierte en un círculo vicioso que alienta las emociones negativas.


Fuente:
Gollwitzer, M.; Meder, M. & Schmitt, M. (2010) What gives victims satisfaction when they seek revenge? European Journal of Social Psychology; 41: 364–374.
Escrito por Jennifer Temática: Emociones

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